Mientras escucho el inane debate de investidura, ahí van varios temas de interés:
1. Lo primero, lamentar la muerte de Christopher Hitchens. Hace poco leí Amor, pobreza y guerra y me cautivó su amplitud de miras, la variedad de sus intereses, su fuerza argumentativa. Recuerdo con agrado su viaje a través de América en un Corvette rojo, su vapuleo a Michael Moore o a la madre Teresa, su presencia en la ejecución de un condenado a muerte o su viaje a la siniestra Corea del Norte, la muerte de cuyo líder nos alegra hoy. En el blog Cerebros no lavados le dedican un estupendo obituario.
2. Un artículo sobre una bebida tan imprescindible como mal tratada en nuestro país: el café. Los que hayan visitado otros países europeos habrán probado gran cantidad de excelentes cafés, contrastando con lo difícil que es dar con uno bueno en España.
3. Un recordatorio de la filmografía de Seijun Suzuki, un imprescindible de las pelis de yakuzas. En el blog Arsenevich está disponible la trepidante Tokyo Drifter. Además cuelgo el enlace de este glosario del cine japonés (incluido el porno).
4. Más cine: esto ya lo posteé en otra ocasión pero no está de más recordarlo: un par de listas, una de Luis Magrinyà y otra de Paula Ruiz con películas francesas de los últimos veinte años.
5. Disfrutando de la música de Monteverdi dirigida por Gabriel Garrido y buscando más trabajos de este director, me topo con este interesante artículo sobre la música en las Yndias españolas.
6. Y hablemos de series: este fin de semana me he ventilado la primera temporada de la fenomenal House of Cards, un manual de cómo dar un golpe de estado en el seno de un partido político. Para el finde que viene dejo Misterios de Lisboa, filmada por el recientemente fallecido Raúl Ruiz y premiada en el festival de San Sebastián. Y la semana pasada se estrenó Luck, lo nuevo de David Milch, creador de Deadwood. El piloto ha sido extraordinario; sólo queda esperar que tenga buenos resultados de audiencia.
A mi también me gustó House of cards. Me apunto la recomendación de Los misterios de Lisboa y Luck.
ResponderEliminarQué bueno está el Kimbo, carajo!
El Kimbo rules! Carajo!
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