miércoles, 28 de octubre de 2009

Discazos: "Lady Soul", de Aretha Franklin

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El estallido de voz de Aretha Franklin tiene una extraordinaria muestra en Lady Soul, con piezas de la talla de (You make me feel like) A natural woman o Ain't no way.


1. Chain of Fools
2. Money Won't Change You
3. People Get Ready
4. Niki Hoeky
5. (You Make Me Feel Like) A Natural Woman
6. Since You've Been Gone (Sweet Sweet Baby)
7. Good to Me As I Am to You
8. Come Back Baby
9. Groovin'
10. Ain't No Way
11. Chain of Fools (Unedited Album Version)
12. (You Make Me Feel Like) A Natural Woman (Mono Single Version)
13. Since You've Been Gone (Sweet Sweet Baby) [Mono Single version]
14. Ain't No Way (Mono Single Version)

Descargar (tomado de aquí)





lunes, 26 de octubre de 2009

Al ataque

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Lunes de penitencia, ahí va una versión comiquera del glorioso final de la espalda en versión de Vittorio Giardino, Guido Crepax y Michael Turner. Que llevo una semana semana sin actualizar y no sé qué poner.




martes, 20 de octubre de 2009

Pasión ardiente


Dedicado a Guel, ¡por el Churchill!

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Querido S.:

El rito de entrar en un estanco y comprar un puro es completamente diferente al de adquirir cigarrillos. Un fumador de cigarrillos es siempre fiel a su marca, mientras que los fumadores de puros son gozosamente infieles. En los estancos existen diferentes cavas de puros: hay habitaciones enteras a la temperatura adecuada en las que se puede deambular como un niño en una juguetería, o también hay humidores en forma de vitrina en los que se observa a los puros desde una distancia prudencial. Una vez elegido el oscuro (o tostado) objeto de deseo, queda buscar un lugar agradable donde a ser posible (aunque esto va con el gusto de cada uno) puedan servirte un buen coñac y un café negro como mi alma. Luego procederemos al delicado ritual del encendido: guillotinar el puro a la altura adecuada, sin pasarse, y prenderlo poco a poco, con una cerilla larga o un trozo de cedro. Y a gozar.


Un auténtico gozo ha sido leer un manual de buena prosa, de abundante información sobre la historia del tabaco y sus usos, y de la manera en que las diferentes formas de ese vicio han aparecido en la literatura y el cine. Me estoy refiriendo a Puro humo, de Guillermo Cabrera Infante. Publicado originalmente en inglés como Holy Smoke, el libro recibió excelentes críticas, sumándose el autor al exiguo grupo de autores (Nabokov, Brodsky, Vizinczey, Cioran…) que han logrado con éxito el salto a otro idioma.

Cabrera Infante comienza con los españoles desembarcando en Cuba y la alucinante constatación de Rodrigo de Jerez de que había hombres-chimenea. Desde entonces el tabaco ha ido cambiando de forma (puro, cigarrillo, rapé…) y ha sorteado con mayor o menor fortuna las iras de sus inquisidores. El autor ofrece un erudito muestrario de las modas y los ritos sociales y culturales a los que el tabaco ha ahumado. También encontramos en el libro un detallado recorrido por las tierras en las que se cultiva la hoja del tabaco y las diferentes vitolas y marcas, desde los insuperables habanos hasta los extraordinarios puros filipinos y canarios. El libro finaliza con una antología erudita de libros en los que se han comentado los méritos del puro, de Daniel Defoe a Faulkner.


La prosa de Cabrera Infante abunda, como siempre, en citas, paráfrasis, puns, retruécanos, homenajes varios, y al fin una enorme erudición. Es un auténtico placer adentrarse en los meandros de la prosa torrencial y barroca del autor cubano y, a la vez, fumarse un puro. Y luego contarlo.


Un libro imprescindible para los amantes de los puros y de la buena literatura. Me permito recomendarte el que se ha convertido en mi opción privilegiada a la hora de fumar (cuando puedo permitírmelo): el Romeo & Julieta Churchill. Un puro enorme (17’8cm) con un sabor medio, en su justa medida. El mejor compañero en las sobremesas. Con esto y Fanfare for the Common Man, de Aaron Copland (que creo es la música que aparece al final de algunos capítulos de Hermanos de sangre) te dejo.



Un abrazo,

Á.

viernes, 16 de octubre de 2009

Rapsodia europea

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Querido S.:

La trágica historia europea del s. XX ha sido tratada con rigor y profundidad en el mundo del cómic. Baste citar una obra maestra del calibre de Maus, de Art Spiegelman. Hoy voy a hablarte de tres obras que abren un amplio abanico sobre algunas de las páginas más oscuras del siglo pasado, desde la consolidación de los fascismos en los años 30 hasta la lenta descomposición del comunismo.

Vittorio Giardino (1946) creó a su espía Max Fridman a principios de los 80, adquiriendo pronto gran popularidad. Su primera aventura, Rapsodia húngara (1983), se ambienta en la Hungría inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial. Fridman tiene el cometido de averiguar por qué toda un grupo de espionaje ha sido asesinado. El trazo limpio de Giardino se ajusta como un guante a la recreación del ambiente de la época. Muy distinto es el paisaje que ambienta otra de sus obras, tal vez la mejor: Jonas Fink (1995), retrato de un joven judío en la Checoslovaquia de posguerra. El antisemitismo, la miseria y la aplastante grisura del régimen comunista son retratadas con tino y veracidad. Aquí tienes los links para descargarlos, tomados de esta página:

Rapsodia húngara- Descargar.


Jonas Fink- I.La infancia.- II. La adolescencia.- III.La juventud.


Pierre Christin (1938), guionista todoterreno con una dilatada carrera a sus espaldas, y el dibujante yugoslavo Enki Bilal (1951) han alumbrado una obra maestra total de política-ficción: Partida de caza (1983). Un alto miembro del Politburó ruso organiza una cacería para otros dirigentes comunistas. En las conversaciones que surgen en los ratos muertos se evoca una buena parte de la historia de los regímenes soviéticos, llena de intrigas y crímenes. Son los años 80, el comunismo se desmorona por el peso de su propia inepcia, y los más clarividentes de sus líderes pretenden ayudarle a morir en lo posible. Un guión extraordinario y unos dibujos soberbios hacen de éste un cómic que no hay que perderse. En esta página encontrarás un surtido de obras de Bilal.




Partida de caza- Descargar.

Con esto y la Mazurka op. 6 nº 1, de Chopin, interpretada por Artur Rubinstein, te dejo.



Un abrazo,

Á.

jueves, 15 de octubre de 2009

Discazos: "One more from the road", de Lynyrd Skynyrd

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Auténtico emblema del rock sureño, One more from the road (1976) fue el único directo editado por Lynyrd Skynyrd antes del fatídico accidente de avión que acabó con la vida de varios de sus miembros. Contiene todos los grandes clásicos de la banda: desde Simple Man a Sweet Home Alabama.


CD1

01 Introduction By Alex Cooley / Workin' For MCA
02 I Ain't The One
03 Saturday Night Special
04 Searching
05 Travelin' Man
06 Simple Man
07 Whiskey Rock-A-Roller
08 The Needle And The Spoon
09 Gimme Back My Bullets
10 Tuesday's Gone
11 Gimme Three Steps
12 Call Me The Breeze
13 T For Texas (Blue Yodel No. 1)

CD2

01 Sweet Home Alabama
02 Crossroads
03 Free Bird
04 Introduction By Alex Cooley / Workin' For MCA - (previously unreleased, alternate)
05 I Ain't The One - (Previously unreleased, Alternate take)
06 Searching - (Previously unreleased, Alternate take)
07 Gimme Three Steps - (Alternate take)
08 Call Me The Breeze - (Alternate take)
09 Sweet Home Alabama - (Alternate take)
10 Crossroads - (Alternate take)
11 Free Bird - (Alternate take)



En esta página está disponible en Megaupload.



sábado, 10 de octubre de 2009

El eterno placer de fumar

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En estos tiempos borreguilmente profilácticos, alegra encontrar defensas del vicio consciente, del placer arriesgado, del correcto uso de la libertad, en definitiva. Otro día espero dedicar un post (o varios; el tema es inagotable) a esas dos lacras de la sociedad que tanto me (nos) gustan: el alcohol y los puros. Te copio íntegramente un artículo aparecido en el cultural de Abc.


El viejo placer de fumar, por Fernando R. Lafuente

«Escribir es para mí un acto complementario al placer de fumar», confesó un octogenario fumador, André Gide. Algo que cualquiera puede encontrar en la lectura de la soberbia novela de Thomas Mann La montaña mágica, en palabras de su protagonista, Hans Castorp: «No comprendo cómo se puede vivir sin fumar... Cuando me despierto me alegra saber que podré fumar durante el día y cuando como tengo el mismo pensamiento. Sí, puedo decir que como para poder fumar... Un día sin tabaco sería el colmo del aburrimiento, sería para mí un día absolutamente vacío e insípido y si por la mañana tuviese que decirme hoy no puedo fumar creo que no tendría el valor para levantarme».

¿Cuántas páginas memorables debemos a las caladas de los miles de cigarrillos que, tanto el autor como los protagonistas de sus obras, fumaron con placer? ¿Cuántas vidas de ávidos lectores han salvado de la desesperación esas páginas escritas entre el honorable humo de un cigarrillo? ¿No hay un valor moral en el tabaco, así contemplado?

«Fumoanálisis». Las volutas de ese humo fantasioso envuelven la historia de la literatura. «Diga lo que diga Aristóteles y toda la filosofía, no hay nada comparable al tabaco... Quien vive sin tabaco, no merece vivir», escuchamos en el Don Juan de Moliére. Pero mejor leer las «treinta páginas magistrales» que Italo Svevo dedica a los cigarrillos en La conciencia de Zeno (DeBolsillo, 2009), descubrir lo que denomina el «fumoanálisis», la ironía del humo, en la única novela en la que los cigarrillos son el centro de la trama.

Lo que cuentan Julio Ramón Ribeyro en Sólo para fumadores (Menoscuarto, 2009), Richard Klein en Los cigarrillos son sublimes (Turner, 2009) y Allan M. Brandt en The Cigarette Century (Basic, 2009) es la relación del tabaco con todas las cosas importantes de la vida: se fuma mientras se estudia, se ve una película, se lee, se juega al ajedrez, se liga, se pasea, se tienen problemas, se brinda, se ama, se escribe, se pinta, se compone, se es feliz, o después de.

Sin embargo, sin una botella, el cigarrillo está huérfano. ¿Qué habría sido de Rick en Casablanca sin la felicísima conjunción de una botella y un paquete de tabaco? ¿Cómo se puede pensar en la huida de Elsa sin un pitillo entre los labios? ¿Cómo se puede pensar desde el Marruecos de la Segunda Guerra Mundial qué hora es en Nueva York sin el sabor de un whisky de malta y el ardor de un cigarrillo?

Nunca se ha fumado tanto en una película como en esta enorme obra de Michael Curtiz. Buena parte del imaginario occidental creado por novelas, películas, obras de teatro, sobre todo a partir del siglo XIX, está teñido de un humo literario, azul, borrascoso, trágico, sublime. Sublime, sugiere Klein, en el sentido kantiano. La satisfacción estética que conlleva una experiencia mortal. Si la muerte es el fin de un concepto, el de progreso -se vive progresando-, estar enfermo, entonces, será estar vivo. Sólo los muertos no están enfermos. Por eso la vida es, también, una adicción. El cigarrillo es sublime porque proporciona placer y dolor al mismo tiempo. Una conciencia, como la del Zeno de Svevo, trágica. «Una religión», confiesa Ribeyro; «de allí que renunciar al cigarrillo sea un acto grave y desgarrador, como una abjuración.»

Espesa bruma. «El tabaco es americano.» Por ello, Pierre Louÿs pudo escribir que «el tabaco es el único placer que los romanos no conocían». Desde Carmen, la cigarrera, al James Dean que pasea al amanecer por un neblinoso Nueva York envuelto en un largo abrigo, con las manos en los bolsillos y, por supuesto, con un pitillo en la boca, la creación artística encontró en el tabaco un hermano, un cómplice, un compañero. Y no hay distingos en esto, ya se trate de la cultura más culta o de la cultura más popular. Era, recuerda Klein, la belleza de los cigarrillos, la plástica, la estética del cigarrillo en las manos, en los labios. Consumiéndose como nos consumiremos todos, unos saboreando la vida, otros en un soplo. Porque «la vida es un cigarrillo» (Manuel Machado). ¿De qué nos servirá esa idea escocesa de construir cementerios para fumadores y no fumadores?

¿Y qué decir del periodismo? ¿Cuántas crónicas, editoriales, reportajes, debemos a la placidez sin límite que el lento consumo de un cigarrillo provocó al autor? Lo cuenta Ribeyro. Estamos en la Agencia France Press, mediados los sesenta del siglo pasado, aquel siglo del tabaco: «A cualquier hora del día o de la noche, eran espaciosos antros donde docenas de hombres tecleaban desesperadamente en sus máquinas de escribir, chupando sin descanso puros, pipas y pitillos de todas las marcas, en medio de una espesa bruma de nicotina, al punto que me pregunté si estaban reunidos allí para redactar las noticias o más bien para fumar.» El viejo placer de fumar o de vivir.

viernes, 9 de octubre de 2009

La intención es lo que cuenta

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Los premios de toda laya sirven para destacar a alguien o algo por sus méritos en una actividad específica. Desde siempre se han prestado a manipulaciones, sectarismos e, incluso, a la pura ignorancia. Para más inri, ven aumentada su celebridad cuanto mayor es su cuantía económica. Los premios Nobel son probablemente los premios más célebres del mundo precisamente por lo abultado de su cheque, lo que les sitúa además en el blanco de todas las miradas a la hora de su fallo. Es comprensible que los académicos suecos cedan a la sugestión de la imagen y al poder arrollador de la fama. No se puede entender de otra manera la concesión del Nobel de la Paz a Barack Obama.


Sin haber cumplido ni un año de mandato, el presidente de los EEUU ha destacado, sin duda. Ha destacado por no haber cejado ni un segundo en la construcción de una imagen moderna, liberal y reformadora que encandila al sector de mejor corazón de la población estadounidense y mundial. No ha salido barata tal representación: en la campaña a la presidencia Obama fundió el doble de presupuesto que McCain, su rival. Los publicistas que contrató esgrimieron como eslogan una frase tan pegadiza como hueca: yes, we can. Ser el potencial primer-presidente-negro ayudó bastante. Todo ello dió como resultado un éxito tan arrollador como previsible. El triunfo absoluto del márketin. No se me interprete mal: no dudo que Obama pretenda cambiar todo lo que dice. Al contrario, estoy seguro de ello. Es sólo que aún no ha resuelto la inconmensurable distancia entre las intenciones y los hechos. El bloque de mármol es una Pietà en potencia, pero sólo Miguel Ángel logra realizarla en acto, atendiendo a la terminología aristotélica. Obama es pura potencia, pero la tozudez de la realidad impide normalmente su plena consumación en actos.

El jurado del Nobel ha premiado la creación de "un nuevo clima en la política internacional". Las palabras de Obama tienen, al parecer, un sorprendente poder performativo que las hace realizarse ipso facto: si habla de un mundo sin armas nucleares, éstas desaparecen como por ensalmo. Si tercia en la resolución de un conflicto, tal problema se resuelve como una suma con una calculadora. Le vamos a llamar Gandalf el Negro. En España tenemos a su colega ZP, también especialista en la pronunciación de conjuros y palabras mágicas varias.


El Nobel ha premiado la charlatanería y el poder de la publicidad. Y a nosotros sólo nos queda el tedio.

miércoles, 7 de octubre de 2009

"Cómo conocí a vuestra madre": ¿recta final?

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Los aficionados a las comedias de situación ya sabrán de qué hablo. Los trogloditas que sigan series por la tv pueden haberla visto por la Fox, o tal vez hayan tenido vagos vestigios de ella gracias a la chapucera emisión de la Sexta. Me estoy refiriendo a la que puede considerarse la mejor sucesora de Friends: Cómo conocí a vuestra madre.


Razón del título: Ted Mosby relata a sus hijos, en el año 2030, la historia de cómo conoció a su madre. Pero por el camino hace multitud de digresiones, en plan abuelo Cebolleta, mediante las que cuenta, a su vez, la vida de sus amigos y la forma de vida en los primeros años del siglo XXI. Ted y sus colegas orbitan alrededor de un bar: el McLaren´s (lo que antaño eran los templos, hoy son los bares). Allí beben, charlan, ligan, exponen estrafalarias teorías... Ted da continuos saltos en el tiempo y el espacio para explicar las causas de cada anécdota, cada encuentro. He aquí la pandilla:

Ted Mosby
: narrador de la historia, arquitecto, romántico (con ese romanticismo bobo que creo sólo existe en la ficción norteamericana), busca a la mujer de sus sueños. Gran lastre de la serie en muchos de sus capítulos debido a su carácter empalagoso, lo compensa metiéndose en situaciones absurdas por doquier. Sus amigos han derivado de él varias expresiones: tedear (pensar demasiado) o hacer un Mosby (espantar a alguien diciéndole que estás enamorado de él/ella).



Marshall Erikssen: mejor amigo de Ted desde la universidad. Está prometido con su novia de toda la vida, Lily. Es un buenazo y estudia Derecho para dedicarse a las causas medioambientales.


Lily Aldrin: novia de Marshall, es profesora de parvulario. Chismosa y manipuladora, es incapaz de guardar un secreto y maneja a sus amigos con las mismas técnicas que aplica a los críos.


Barney Stinson: jeta, ligón, putero... El gran puntazo de la serie. Autor de sorprendentes teorías acerca de las mujeres (ej: no hay que regalarlas flores porque eso les hace pensar en tener hijos).


Robin Scherbatsky: canadiense, es el pibón de la serie. Es reportera en un canal local neoyorquino. Traumatizada porque su padre quería tener un hijo, es incapaz de mantener una relación duradera. Le gustan el hockey sobre hielo y las armas. Valor añadido: fuma puros.


Irregular a ratos, lo compensa con capítulos memorables, como el de la borrachera de Ted (1x10) o el absolutamente impagable del pasado de Robin (2x09): sorprendidos por el miedo de Robin a los centros comerciales, los chicos descubren que fue una estrella adolescente de la música en Canadá: Robin Sparkles. Una especie de Cindy Lauper canadiense, su mayor éxito fue precisamente Let's go to the mall.




Ya van por la quinta temporada y parece ser que por fin se desvelará quién es la dichosa madre. Pero lo que más interesa a los aficionados ahora (a mí al menos sí) es la interesante subtrama protagonizada por Barney y Robin. En fin, ponte a verla a la voz de ya. Aquí la tienes en línea y actualizándose regularmente.


Un saludo.

martes, 6 de octubre de 2009

Juan Giménez, viajero del tiempo

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El dibujante argentino Juan Giménez (1943) es uno de los historietistas más reconocidos en la actualidad. En los años 80, la añorada editorial Toutain publicó un tomo recopilatorio con sus historias cortas: Cuestión de tiempo, seguido por otro complemetario esta vez editado por Albin Michel: Mutante. En ellas, Giménez da rienda suelta a su amor a la ciencia-ficción y, sobre todo, al dibujo de la tecnología.





El hiperdetallista trazo de Giménez se ve reforzado por un magnífico uso del color. Las historietas, de unas 8 páginas cada una, desarrollan historias autoconclusivas centradas generalmente en los viajes en el tiempo.



Giménez se ha hecho muy popular con la saga de La casta de los Metabarones, con guión de Jodorowski y de la que espero hablar otro día. Mientras tanto, aquí tienes los enlaces para descargarte ambos cómics (Mutante - Cuestión de tiempo), tomados de esta página. Con esto y el Thème de Camille, de Georges Delerue, perteneciente a la banda sonora de Le Mépris, te dejo.


sábado, 3 de octubre de 2009

Sendas de Basho

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El poeta japonés Matsuo Basho (1644-1694) emprendió a los 45 años un prolongado viaje de dos años y medio por una de las regiones más abruptas e inexploradas de Japón. Durante el viaje conoce y charla con diversa gente, medita y, sobre todo, escribe poesía. Máximo exponente de la poesía zen, Basho emprende un viaje tanto exterior como interior reflejado en Senda hacia tierras hondas. Una buena manera de adentrarse en la literatura japonesa. Yo he leído la versión de Antonio Cabezas en Hiperión, pero aquí puedes encontrar la célebre edición de Octavio Paz. Y he aquí un reportaje fotográfico de la ruta en la actualidad.


"De los lugares celebrados en poemas antiguos se conocen muchos en nuestros días, pero los montes se han derrumbado, los ríos han cambiado de curso, las rocas se han medio enterrado en el suelo y los árboles, ya viejos y desechados, han sido sustituidos por retoños jóvenes: pasan los tiempos, cambian las edades sin que sus huellas sean ciertas, pero esta estela es, sin duda, un recuerdo de hace mil años y con mis propios ojos podía penetrar en el corazón de los hombres de antaño. Méritos del viaje, alegría de vivir, y olvidado el cansancio de tan larga caminata, a punto estuve de llorar."

MATSUO BASHO, Senda hacia tierras hondas
(
Trad. de Antonio Cabezas)

viernes, 2 de octubre de 2009

Discazos: "Stabat mater", de Antonín Dvorák

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Una joya de dramatismo, profundidad y emoción. El compositor bohemio sufrió la muerte de sus tres hijos durante la composición de esta obra, lo que sin duda determinó la emotividad del resultado. Aquí puedes encontrar una versión para descargar de gran calidad.


CD 1

01 - Stabat Mater dolorasa
02 - Quis est homo, qui non fleret
03 - Eja, Mater, fons amoris
04 - Fac, ut ardeat cor meum
05 - Tui nati vulnerati

CD 2

01 - Fac me vere tecum flere. Andante con moto
02 - Virgo virginum praeclara. Largo
03 - Fac, ut portem Christi mortem. Larghetto
04 - Inflammatus et accensus. Andante maestoso
05 - Quando corpus morietur. Andante con moto