jueves, 30 de diciembre de 2010

Temas al vuelo

Varios asuntos que han llamado mi atención estos días:

1. Discografía de Johnny Cash, completísima y en dos servidores distintos. Un lujazo.

2. Nuevo libro de David Simon, creador de The Wire y Treme. Digo nuevo aunque en realidad fue el primer libro que publicó relatando su trabajo como cronista del Baltimore Sun. Los que han visto cualquiera de las dos series anteriores no necesitan saber nada más para abalanzarse sobre él.

3. La novela negra está de moda. Para orientarse en el aluvión de publicaciones, El Mundo ha estrenado una sección y un blog sobre el amplio panorama del género. De momento, a mí me ha llamado mucho la atención el Red Riding Quartet, que en castellano está editando la editorial Alba y que ya tiene adaptación a la tv. Apuntado para el año que viene.


5. Series para el año que viene: Juego de tronos, fantasía épica tipo Tolkien, y Terra Nova, producida por Spielberg.

6. Muy lúcido artículo de Edurne Uriarte hoy en Abc, que no me resisto a reproducir íntegro:

Palabras envenenadas

Día 30/12/2010
 
Hace tiempo que me di por vencida en el debate sobre la presencia de terroristas en los medios de comunicación. La gran mayoría de medios y periodistas priman lo que consideran el valor de la información. Sean palabras de un terrorista o de un delincuente de cualquier otro tipo las que constituyan dicha información. Como las de Otegi en The Wall Street Journal y en tantos otros medios antes que en este.
 
En la práctica, y por muy bienintencionados que sean los medios en cuestión, ocurre que la invitación a un terrorista al salón de sus páginas produce casi siempre el mismo efecto que la invitación a una institución democrática. Que los legitiman. Que los humanizan. Que los dotan de respetabilidad. Este ha sido el problema de todas las negociaciones con ETA y lo vuelve a ser en esta que parece será la última negociación. Que la sociedad, léase medios de comunicación y tantas otras instancias, convierte a los terroristas en interlocutores políticos que exponen posiciones y exigen respuestas y medidas como si de cualquier movimiento social o grupo de presión democrático se trataran. Desaparecidos los asesinados y perseguidos en un pequeño y cuasi imperceptible apartado de «víctimas» que se gestiona entre el terrorista y su interlocutor como un trámite cualquiera más de la negociación.
 
Los medios extranjeros, con su tradicional ignorancia sobre la cuestión, lo empeoran, claro está, lo del «Grupo vasco» que titula WSJ, pero se trata de un problema generalizado. Y empieza y se desarrolla sobre todo entre nosotros, en España. Con el renovado interés y espacio que ofrecemos a los terroristas para que nos anuncien su magnánima renuncia a la violencia.
 
Y si es necesario, hasta condenarán la violencia, que decía Joseba Egibar sobre Batasuna en El Correo. Fíjese usted si son personas generosas y de buena voluntad. Sólo nos falta darles las gracias.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Para pasar estas fechas...

Se pueden tomar ideas de este anuncio. Aunque es publicidad engañosa: no hay dios quien beba la Guinness en botella.


Best Beer - Guinness commercial
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domingo, 19 de diciembre de 2010

Los culpables de esto


Lugar: La Taberna de Ángel, Salamanca
Protagonistas: S. (a la derecha) y Á.
Cómplices: Eider, Elísabet, Esti e Ícaro
Antecedentes: pinchos de lomo y queso, una parrillada que no se la salta un pasiego, todo ello aderezado con vino de la casa del que se hace en un barril removiendo con un remo, copas y whisky en el O'Haras, y muchas horas en el bar de Primo fumando unos puros no excesivamente buenos (los domingos por la tarde no abundan los estancos con buenas cavas) y engullendo cerveza y pinchos a mansalva.
Conclusiones: con semejantes cabezas pensantes, así sale este blog. Con humo de puro, peste a alcoholazo, olor a fritanga y reflexiones bajo efectos narcóticos. ¡Y así por mucho tiempo!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Tantas películas, tantas músicas

Me fascina el mundo de las bandas sonoras por su variedad y complejidad. La fuerte ligazón que establecemos entre imagen y sonido hace que determinadas melodías se asocien con su correspondientes escenas aun sin saber nada más de la película. Por ello mismo, una buena música ha de potenciar lo que transcurre en la pantalla, las notas han de adherirse a los fotogramas de manera tal que conformen una unidad indivisible. Reuerdo una entrevista en la que el maestro Ennio Morricone le reprochaba a la música compuesta por Clint Eastwood su neutralidad, el que las imágenes no ganaran ni perdiesen nada con la música. En mi opinión, las bandas sonoras que ofrezco a continuación no pecan en absoluto de ese defecto.

Music from the Films of François Truffaut, de Georges Delerue

 
Son muchos los directores con los que ha colaborado el gran Delerue, a veces de manera soberbia (pienso en la música de Le Mépris, de Godard), pero la unión realmente feliz se produce, a mi juicio, en las agridulces películas de Truffaut. Destacaría sobre las demás el tema de La piel suave (una de sus películas que más me gustan) y la maravillosa Coral de La noche americana. En este blog puede descargarse.

The Rocky Horror Picture Show, de Richard O'Brien


El musical más extravagante y divertido que he visto cuenta además con una banda sonora de excepción interpretada por, entre otros, Tim Curry (¡el gran Frank'N'Furter!), Susan Sarandon y Meat Loaf. Dos opciones de descarga: en esta página de Taringa o en este blog dedicado a Glee.

Ghost in the Shell, de Kenji Kawai

Una obra maestra del ciberpunk que se me antoja muy japonesa: tradicional, con preeminencia de la percusión y los coros, y a la vez tremendamente moderna. El compositor Kenji Kawai dio en el clavo con la música de un film que ha influido mucho en la ciencia-ficción posterior. He aquí el enlace para descargarla (además de las películas de la saga).

Breaking the Waves, vv. aa.


La primera película que vi de Lars Von Trier fue este intenso drama, sin duda una buena puerta de entrada a su cine. Además de la cruda intensidad de algunas imágenes se me quedó grabada la excelente banda sonora, llena de clásicos del rock como Deep Purple o Thin Lizzy. En el blog Bandas Tornantes se puede descargar.

Trois Couleurs: Bleu, de Zbigniew Preisner


Primera entrega de la célebre trilogía de Kieslowski sobre los colores de la bandera francesa. El compositor polaco Zbigniew Preisner saltó a la fama con la estupenda música de las tres entregas. En el blog Tränental der Seele está a disposición de quien lo desee.

Casino, vv. aa.


Las eclécticas bandas sonoras de Scorsese hacen un repaso de toda la historia musical. Un buen ejemplo es Casino, donde Bach convive con Fleetwood Mac. He aquí los enlaces

Fantastic Mr. Fox, vv. aa.


La estupenda película de Wes Anderson, una joya de la animación (y Dios sabe lo poco que me gustan estas películas) goza de una banda sonora más que recomendable, destacando la Coral de Delerue que mencioné mas arriba. En el blog one too many mornings se puede descargar.

Shutter Island, vv. aa.


Scorsese one more time. En esta ocasión, la banda sonora dibuja un amplio abanico sobre la música "seria" del s. XX, de Penderecki a Morton Feldman, que acompaña inmejorablemente esta claustrofóbica historia basada en el libro de Dennis Lehane. En esta página está disponible 

The Thin Red Line, de Melanesian Choirs


La sobrecogedora película de Terrence Malick cuenta con una muy buena música de Hans Zimmer, pero la verdadera joya son los cantos de Melanesia que le dan una atmósfera muy especial a la película. Cantos desnudos, la voz humana en toda su fuerza. He aquí los cantos y, para complementar, la banda sonora de Zimmer.

Por supuesto, hay muchas más bandas sonoras igual de recomendables, pero he escogido las que, por una razón u otra, más me acompañan últimamente. Espero sugerencias y comentarios con otras propuestas..

jueves, 16 de diciembre de 2010

Otras Alicias: Chabrol y Svankmajer

La obra seminal de Lewis Carroll no sólo ha prendido las imaginaciones literarias. Muchos cineastas se han visto influenciados por el personalísimo mundo del inglés. Esa inestable combinación de poesía y prosa, lógica férrea y sinsentido, humor absurdo y buen sentido inglés no puede sino cautivar las imaginaciones más dispares. Estos días he visto dos películas que rinden homenaje al hombre que inmortalizó a Alice Liddell: Alice, ou la dernière fugue (1977), de Claude Chabrol, y Alice (1988), de Jan Svankmajer.


En el caso de Chabrol, se trata de una película sn duda atípica en su filmografía. Alice Carol es una joven que, harta de su pareja, le abandona. Mientras atraviesa en coche la campiña francesa su parabrisas se rompe en mitad de una lluvia torrencial. Alice busca refugio en una mansión cercana, pero allí todo es extrañamente acogedor: la conocen, y a la mañana siguiente, cuando intenta irse, es incapaz de encontrar el camino de salida de la finca. La influencia de los laberintos borgeanos (en un pasaje de la película Alice está leyendo las Ficciones de Borges) es patente (¿y soy el único que ve reminiscencias de Proust en el título?), además de una sorprendente revelación que hace de todo una metafísica exploración de la conciencia. Una escena delante de un espejo y una demente ceremonia de té redondean el ambiente onírico y carrolliano del film. El resultado es una película extraña pero muy atractiva, protagonizada por una Sylvia Kristel célebe por el éxito de Emmanuelle. En esta página puede descargarse.


Muy distinta y más carrolliana en esencia, aunque con una inquietante atmósfera gótica, es la deliciosa película del cineasta checo Svankmajer. Alicia se aburre a la orilla de un río y al poco se aburre en casa. Pero la súbita aparición de un conejo blanco siempre con prisas trastoca su rutina. En su persecución del conejo hallará alimentos que la hacen crecer y menguar, manillas que no abren ni puertas ni cajones, puertas que nunca se sabe a dónde dan, extraños animales parlantes, una delirante reunión para tomar el té y una Reina de Corazones emperrada en descabezar a sus súbditos (me encanta cuando el Rey le dice a Alicia: "Limítese a leer su papel"). Svankmajer se aleja del buenismo y la simpatía disneyanos y recalca el ambiente hostil del País de las Maravillas: esqueletos de animales y raspas de pescados que muerden sin cesar, el Conejo Blanco y Alicia liándose a golpes, los habitantes del País rellenos de viruta, el Conejo descabezando a todo el que se mueve por orden de la Reina... El director checo se revela como un maestro el stop motion, dueño de un mundo personal y enormemente imaginativo, muy en sintonía con Lewis Carroll. En el blog Videodromo se puede descargar esta película, o también en Patio de Butacas.



martes, 14 de diciembre de 2010

Morente y Sonic Youth


Resulta que en Móstoles hay una importante exposición dedicada a los 30 años de carrera de Sonic Youth, y cuando un par de sus componentes se dejaron caer por España no se les ocurrió cosa mejor que ponerse a hacer ruido con Enrique Morente. Una muestra más del espíritu heterodoxo del cantaor. He aquí el vídeo del asunto.

lunes, 13 de diciembre de 2010

En recuerdo de Enrique Morente

Hace unos años tuve ocasión de ver en directo a Enrique Morente. En apenas una hora de concierto hizo vibrar a los asistentes con unas interpretaciones desgarradamente hondas. Aunque no conozco su obra en profundidad, siempre he tenido como ejemplar la Misa flamenca que sacó en 1991. He aqui un par de blogs donde se puede descargar (uno en Megaupload y el otro en Rapidshare). En El Mundo le dedican un completo especial. Su amigo José Mercé recuerda las dificultades que sufrió por su arte innovador. Descanse en paz.


¿Por qué lunes?

Para todos aquellos que odian los lunes, he aquí la fabulosa I Don't Like Mondays, de Bob Geldorf y The Boomtown Rats, que le sube a uno el buen humor cualquier día de la semana.


Boomtown Rats - I Don't Like Mondays
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viernes, 10 de diciembre de 2010

Cernuda en España

A pesar de la enorme repercusión literaria de que ha gozado la obra de Luis Cernuda, aún no se había escrito una biografía rigurosa y exhaustiva sobre el autor. El traductor y poeta Antonio Rivero Taravillo viene a colmar esa deficiencia con una biografía en dos volúmenes, el primero de los cuales ha sido galardonado con el XX Premio Comillas. Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938) da abundante noticia de los hechos y carácter de uno de los poetas fundamentales del s.XX.


La parte más insoportable de las biografías, esto es, la infancia del personaje biografiado, Rivero Taravillo la sobrelleva muy bien, encontrando el justo equilibrio entre la información y las anécdotas. Nos enteramos así de la carrera militar del padre de Cernuda y de su carácter poco cariñoso, lo que pesará en el ánimo del poeta durante toda su vida (podría decirse que la animadversión al padre es constante de todos los poetas que en el mundo han sido). En la infancia se fragua el carácter retraído y arisco de Cernuda que será su seña de identidad durante toda su vida. Entre los hechos más significativos de esa época destacaré el hallazgo de Galdós y Bécquer, a quienes guardará perenne admiración durante toda su vida.

En la Universidad cursa Derecho sin ganas, pues la afición a componer versos ya se iba imponiendo en su ánimo como su único destino posible. Es sintomática del carácter de Cernuda esta asunción de la vocación poética como un destino, de su testarudez además de su exigencia y lucidez. El autor de esta biografía resalta el carácter espinoso de Cernuda, causa principalmente de una hipersensibilidad que le volvía rencoroso y de carácter mudable. Incluso los que le apreciaban y le trataban mejor sufrieron a menudo sus desplantes. Esa enfermiza timidez no le impidió vivir discretamente pero sin titubeos su homosexualidad, bien conocida de todos y que le hizo objeto de más de un chismorreo malintencionado. El poeta aceptó pronto su sexualidad como algo carácterístico en él y no intentó ocultarla (tampoco alardeó de ella) ni llevar una doble vida. 


Lee mucha literatura francesa (el ejemplo de Gide es fundamental en su vida) y acusa la influencia (entre muchas otras) de ese monstruo poético llamado Hölderlin. La recepción ignorante y superficial de su primer libro, Perfil del aire, le marcará para el resto de su vida. Vive de la herencia familiar y de trabajos que sus amigos se preocupan en buscarle, y le gusta la ropa cara y elegante. Tal vez sea una característica que Cernuda toma del dandy de Baudelaire ese atildamiento, una manera de marcar distancias con la sociedad. La actitud antiburguesa del sevillano es herencia de esa concepción romántica del poeta como alguien enfrentado al filisteísmo de la sociedad, alguien marcado con un camino fatal que ha de seguir. Pronto fue enemigo Cernuda de todas las muestras de folclorismo andaluz. Aunque echó todas las pestes posibles sobre sus paisanos, sintió una aguda nostalgia por el aire y la luz de su tierra.

La proclamación de la II República, con su nuevo interés por alfabetizar a todo el país, le supone un nuevo trabajo en las Misiones Pedagógicas que le llevará por buena parte de España. Su obra se enriquece con la energía  de un intenso romance con un muchacho y con la influencia surrealista (Los placeres prohibidos). El estallido de la Guerra Civil le hace situarse sin dudarlo en el bando republicano. Aunque muchos de sus amigos mantengan posiciones prosoviéticas, la independencia de Cernuda le hace detectar al instante el letal sectarismo de los comunistas, por lo que se mantiene alejado de toda afiliación política. Finalmente, en 1938 abandona España para siempre.

Antonio Rivero Taravillo ha escrito una biografía amena, muy documentada y sumamente agradable de leer. El uso habitual de testimonios de la época, tanto de Cernuda como de los que le conocieron, sirve para trazar un atinado retrato de los claroscuros del poeta. El biógrafo examine y corrige algunas inexactitudes de sus predecesores, especialmente en lo referente a la familia y la infancia de Cernuda. Sólo cabe esperar la aparición del segundo volumen (que aparecerá en abril de 2011, como informa el autor en su blog). Mientras tanto, este libro incita con fuerza a releer la obra cernudiana. Para loa amantes de la poesía, hago saber que la reciente edición de la Poesía reunida de W. B. Yeats se debe a la buena mano de Rivero Taravillo y que no tiene desperdicio.

Hay omá, qué rica está.

Estimado Á.

Me congratula comunicarle que han publicado un nuevo libro de la editorial Rizzoli que reúne cientos de imágenes de la actriz y modelo italiana Monica Bellucci (todo comentario está fuera de lugar por insuficiente).

Te dejo, como muestra, un botón:


Sigue con salud,

S.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Música para el cambio de año

Hoy traigo una pequeña selección discográfica con la que disfrutar los últimos días de este año. De la música clásica al jazz, en cada uno de estos blogs puede hallarse una extensa selección de música para todos los gustos.

Adventskantaten, de J. S. Bach


Para este tiempo de Adviento incluso a los que no somos religiosos nos deleitarán estas cantatas del gran Bach destinadas a dicha época litúrgica. La interpretación de Herreweghe es, como de costumbre, excepcional. En el imprescindible P. Q. P. Bach puede descargarse.

Leipziger Weihnachtskantaten, de J. S. Bach


Para completar el aporte anterior, he aquí esta selección de cantatas, interpretadas por el mismo conjunto, esta vez dedicadas al tiempo navideño. En el blog Aliomodo se encuentran los enlaces para descargarlo.

Stabat Mater, de G. B. Pergolesi


El precoz compositor napolitano dio a luz esta excepcional obra poco antes de su temprana muerte. La acompañan en este disco un cuarteto de Francesco Durante y una tarantella que conforman una excepcional celebración mariana muy propia de Nápoles. En nuestro blog hermano Musikalische Öpfer puede descargarse.

The Piano Concertos, por Johannes Brahms


Los formidables conciertos para piano de Brahms encuentran unos perfectos ejecutantes en el pianista brasileño Nelson Freire y el director Riccardo Chailly. El directo potencia la fuerza de mabos conciertos. En el gran Blog Chopiniano están disponibles.

Sinfonías 1-4, de Jean Sibelius


El genio atormentado de Sibelius dio de sí 7 sinfonías extraordinarias (más una octava que finalmente arrojó al fuego). Es común opinión que la interpretación de Osmo Vänskä con la Sinfónica de Lahti ha supuesto un salto cualitativo en los registros del compositor finés. En el blog de JM Recillas están los enlaces para descargar las cuatro primeras.

Mass, de Leonard Bernstein


Había leído algo acerca del carácter de pastiche de esta obra, del popurrí de géneros y estilos que realiza, no siempre de manera afortunada. Después de escucharla suscribo esta opinión sin dudarlo, pero soy de los que creen que los momentos afortunados salvan largamente esta obra. En este post del blog Oído Fino hay más información sobre esta polémica Misa, además del enlace para descargar la versión de Kent Nagano. En el ya mencionado P. Q. P. Bach hay una versión distinta.

Great Marches, por Leonard Bernstein
 

De nuevo el incombustible Lenny, esta vez dirigiendo una nutrida selección de marchas militares, algunas conocidísimas (La Marsellesa, por ejemplo). Hay a quien no le gusta este tipo de música, aunque recomiendo darle una oportunidad a este disco, francamente estupendo. En el excelente blog Sentidos está a disposición de quien lo desee.

Monday Night in New Orleans, de Kermit Ruffins


Después de verle en acción en la excepcional serie Treme, no puedo sino abalanzarme sobre todos los discos que encuentro de este genial trompetista. En el incombustible blog El rincón de Gumer se puede descargar esta maravilla.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Literatura/juego/literatura/juego

Al menos desde el Tristram Shandy de Laurence Sterne sabemos que hay otra manera de escribir. Lejos, muy lejos de las reglas de la retórica clásica, hay escritores que se valen del juego, la burla y, sobre todo, de sus propias obsesiones para articular un discurso extraño y distinto, pero profundamente original y revelador. Dos geniales escritores muy distintos entre sí comparten esta tendencia hacia la literatura excéntrica, sinuosa, sensual, obsesiva: Guillermo Cabrera Infante y Georges Perec.

En el caso del cubano Cabrera Infante puede decirse que su libro Exorcismos de esti(l)o cierra una etapa. Esta recopilación de fragmentos y parodias diversos se realizó tras la recuperación del nervous breakdown que sumió al autor en el silencio (literalmente: no hablaba) durante dos años. La tendencia disgregadora de su prosa, el exilio de la isla, los ataques de los que era objeto por los castristas y la identificación con el personaje del cónsul Firmin en el guión de Bajo el volcán que estaba escribiendo confluyeron en una angustiosa enfermedad mental. Parte del remedio consistió en abandonar una escritura tan fragmentaria y atomizada para construir un discurso más narrativo y sucesivo, por decirlo así, una tentativa de ordenar más estrictamente el discurso y, con ello, ordenar su mente. Esto me recuerda las palabras de Rafael Sánchez Ferlosio en La forja de un plumífero. Ferlosio se entregaba en los años 70 a anfetamínicas sesiones de escritura que duraban varios días. Cuando abandonó el consumo de dichas drogas, se impuso la recuperación de una caligrafía legible (sus manuscritos de tales sesiones eran prácticamente ilegibles, véase el número de la revista Archipiélago donde se incluye el texto) como una manera de recuperar el buen hacer mental.



Recopilación de fragmentos diversos, pues, Exorcismos es una muestra ejemplar del estilo obsesivo y juguetón del autor. Desde los continuos trasvases del castellano al inglés y viceversa (el autor llegó a dominar el inglés mejor que muchos nativos, e incluso escribió un libro en dicho idioma, Holy Smoke), GCI pasa por los juegos tipográficos, la transcripción/traducción del habla popular habanera, revisiones de la fábula de Aquiles y la tortuga (de fondo el ángel tutelar tanto de Cabrera Infante como de Perec, Lewis Carroll) además de otros temas griegos, y, por supuesto, las referencias a la dictadura que lo expulsó para siempre de su país. En estos últimos fragmentos puede entreverse la condición trágica del escritor exiliado, especialmente en el llamado La isla, en el que entre un mar de letras surge el contorno de Cuba, el fondo palpable en ese mar de letras que es la literatura de Cabrera Infante.


La obra de Georges Perec, en cambio, no incide en la experimentación lingüística aunque también discurre por parajes fuertemente experimentales (Juan Francisco Ferré le dedica dos post estupendos en su blog, uno y dos). Si Balzac pretendía hacerle la competencia al registro civil, Perec se impone la tarea de hacer lo propio con el catastro. Su mirada se clava fascinada en el conjunto de líneas, volúmenes y colores que componen la tercera dimensión y registra con maniática minuciosidad la totalidad de cuerpos y espacios en los que se desarrolla la vida humana. Su descomunal obra maestra, La vida instrucciones de uso, propone la sección de un edificio (a lo 13 Rue del Percebe) para describir con pasión miniaturista las vidas de todos los que han pasado por él: y las vidas quiere decir los cuartos, los muebles, los electrodomésticos, las aficiones, las manías, las rutinas... Y en la magnífica Especies de espacios se dedica a un pormenorizado análisis de los sitios donde transcurre la vida humana, desde la habitación a las calles, la ciudad... Como si en Google Maps nos situamos en un punto concreto de una calle y vamos subiendo grado a grado la altura, así Perec detalla metódica e inexorablemente los locii en los que nos movemos sin apenas fijarnos. Lewis Carroll es, cómo no, uno de los inspiradores con el "Mapa del océano" que aparece en La caza del Snark (ver imagen infra).


Podríamos dar con más libros de este género lúdico y experimental. Así, por ejemplo

Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau
Historias de cronopios y de famas, de Julio Cortázar
Crímenes ejemplares, de Max Aub

Un, dos, tres, responda otra vez. ¿Alguien da más?


Guillermo Cabrera Infante, Exorcismos de esti(l)o
310 págs
punto de lectura

Georges Perec, Especies de espacios
152 págs
Editorial Montesinos

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Discazos: "Music for 18 Musicians", de Steve Reich

Impresionante trabajo de uno de los más destacados representantes del llamado minimalismo. Hipnótico, infinitamente sugerente, de una fascinante repetitividad, este disco se ha convertido en un clásico de la música contemporánea. En esta página puede encontrarse más información. Para descargarlo, he aquí en MP3 (en el estupendo blog El resto es ruido hay un enlace distinto) y aquí en FLAC.


lunes, 29 de noviembre de 2010

Estética progresista

Socialismo. Estética.

Definición saintsimoniana de los artistas: "Los que perfeccionan los sentimientos".

            Artículo del Globe. Enfentin, Religion saint-simonienne. Economie politique et politique. Artículos extraídos del "Globe", p. 75.


Gustave Flaubert, Estupidario 

Adiós, Leslie

Somos legión los que hemos llorado de risa (en ocasiones, también de aburrimiento) con las películas de Leslie Nielsen. Descanse en paz.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

sábado, 20 de noviembre de 2010

El artista y el tirano

En cuanto a la relación entre un artista de la clase que sea y un dictador, podríamos afirmar que, en lo referente al artista, cuanto más lejos mejor. Las humillaciones y sevicias de las que son objeto los que rodean al tirano no pueden sino dañar la independencia y el juicio del artista, aunque bien es cierto que por la misma proyección pública de su trabajo, esto es, por la necesidad de un interlocutor, el artista se ve continuamente expuesto a los rigores de una opinión pública que no es tal, sino las directrices ideológicas de un régimen. Impresionante a este respecto es la trayectoria de Shostakovich, quien sufrió las crueldades de un régimen tan letal como la Rusia de Stalin pero consiguió crear, a su vez, una obra tremendamente personal. Este documental ilustra muy bien esa "zona gris" (que diría Primo Levi) en la que se mueve el artista enfrentado al tirano.

viernes, 19 de noviembre de 2010

El artista y el éxito

Aunque ya hemos dejado atrás (o lo intentamos) la imagen romántica del artista como un marginado enfrentado a la sociedad, enemigo del éxito en tanto expresión del reconocimiento burgués, no puede decirse que la fama sea algo intrínsecamente bueno para el artista ni, por tanto, para su obra. Hace poco me hicieron pensar unas consideraciones de Ignacio Echevarría sobre la concesión del Nobel a Vargas Llosa. Sostiene el crítico que la obra de Vargas, sin haber cambiado esencialmente de temas y obsesiones, se ha adecuado, en cambio, a una cierta tendencia divulgadora, mediante un estilo apto para todo tipo de paladares internacionales. Esto es: un abandono de las tendencias más experimentales y más centradas en un uso renovador del lenguaje literario. Salta a la vista, desde luego, la diferencia lingüística entre sus novelas de los años 60 (su momento de mayor plenitud literaria) y la obra que vino después. La obra de Vargas Llosa habría ganado en popularidad lo que perdió en nervio y ambición.



Se esté de acuerdo o no con las opiniones de Echevarría, lo que quiero recalcar es el efecto de la fama en el artista. El reconocimiento, el dinero, el cariño del público son bienes que una vez gustados es difícil renunciar a ellos. ¿Qué cineasta, una vez goza del favor de los espectadores y, por tanto, de grandes presupuestos, vuelve a los proyectos pequeños, tal vez underground, de sus comienzos? El séquito de lacayos, amigos interesados y pelotas varios tal vez sean un bálsamo para el ego de cualquiera, pero poco pueden hacer para que mejore la obra del artista a quien hacen la corte. Leyendo el estupendo Éxito y fracaso de Picasso, de John Berger, uno se convence de esa ambivalencia del éxito viendo como éste  reduce a la inanidad el que tal vez sea el mayor talento artístico del s. XX.

Berger comienza su ensayo hablando del patrimonio de Picasso (por lo que fue acusado de mal gusto cuando se editó). Sólo la colección que el artista posee de sus propias obras le hacen multimillonario. Y es que cualquier tela en la que Picasso garabatee su firma adquiere de inmediato un valor extraordinario. Cualquier tela. Esto quiere decir que no se juzga el valor artístico de una obra concreta para después tasarla, sino que, por venir de donde viene, la tela tiene un determinado valor. Ya decía Eugenio d'Ors que el mayor enemigo del arte es la firma.



Esta suerte de infalibilidad artística es uno de los regalos envenenados del éxito: todo lo que sale de la mano de Picasso tiene un beneplácito general, por lo que se evita cualquier tipo de crítica y de confrontación. La obra de Dios se admira, no se discute. Berger identifica dos momentos de absoluta genialidad en la producción de Picasso: los años del cubismo y los de su romance con Marie-Thérèse en los años 30 y que nutrieron su creatividad hasta principios de los 40. El artista español daba lo mejor de sí al expresar sensaciones con una fuerza y concentración que ningún artista había logrado antes. Pero eso sólo lo logró cuando su vida tuvo momentos de plenitud, como en los tiempos de profunda amistad del cubismo o en el vértigo del enamoramiento con Marie-Thérèse. Sin esas experiencias que encauzaran su inmenso talento, la obra picassiana se extraviaba en huecas producciones, como las que corresponden a los últimos 20 años de su vida. La corte de halagadores alababan todo lo que salía de sus manos, pero un ojo atento descubre cuadros sin fuerza, ejercicios sin sentido, lienzos llenos de figuras por puro aburrimiento, una gran fuerza expresiva pero sin ninguna dirección, inmensidad de atributos sin ninguna sustancia. En una palabra, amaneramiento.



Y es que en esa época tardía de su vida se impone el concepto que ninguno de los que frecuentaban a Picasso hubiese osado imaginar, mucho menos formular: fracaso. Berger llega a esta dura conclusión después de un amoroso y admirativo repaso, aunque crítico y lleno de discernimiento también, de la obra del malagueño. Un libro extraordinario (aunque adolece de cierta costra marxista), recomendable tanto para los admiradores de Picasso como para cualquiera que quiera adentrase en los misterios y riesgos que conlleva el genio.

Dejad que los niños se vayan a tomar por el culo

Cartel hallado en Santoña que expresa un sentimiento muy extendido entre los ciudadanos de a pie. Gracias a Titín por el hallazgo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El telón de acero de los fumadores

Tercer post del día. Nunca un domingo dio tanto de sí. Tronchante capítulo de The IT Crowd en el que se muestran las condiciones cuasisoviéticas a las que se somete a los fumadores. Impagable el anuncio contra la piratería.
 

Sobre historia y política

Leyendo el magnífico La venganza de la historia, de Hermann Tertsch, libro publicado  en 1993 (y reeditado en 1999, que es la edición que manejo) al calor de la guerra de los Balcanes y que hoy día sigue de furiosa actualidad en cuanto supone un completo curso de historia europea del s. XX. Los que añoramos la etapa de Tertsch como corresponsal en Europa del este dirfrutamos enormemente con esta muestra de su profundo conocimiento de los países de la zona y de los males que los aquejan, derivados de las arbitrarias fronteras resultantes de las guerras mundiales y, sobre todo, de esa lepra política y social llamada comunismo. Leyendo el libro, decía, doy con un párrafo tremendamente actual. El autor habla de las concesiones hechas a Hitler con el fin de aplacarle, concesiones que recuerdan las que se ofrecieron a Karadjic y Milosevic para intentar saciar con una golosina el hambre voraz de la bestia. ¿Sólo a mí me recuerda a la "obligación moral" que llevó a Zapatero a negociar con los terroristas de ETA?

"Lord Chamberlain volvió de Londres, mostró el acuerdo firmado con Hitler y dijo que traía Peace for our time (paz para nuestra generación). Como le dijo Churchill, entre el honor y la paz había elegido la paz, pero también tendría la guerra. Lord Carrington, lord Owen y Cyrus Vance, los mediadores que intentaron buscar una paz en los territorios de la difunta Yugoslavia y creían negociar con Milosevic, como Chamberlain con Hitler, with an honourable person, pueden entrar algún día en la Historia como aquél, con su trayectoria como estadista mancillada por el gran error de su vida: querer negociar con el mal para no tener que tomar la dura decisión de erradicarlo"

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Wolowitz/Chimo Bayo

Momentazo de The Big Bang Theory, con Wolowitz bailando una mezcla de Bollywood y Chimo Bayo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Los sueños de Gonzalo Suárez

Todo aquel que se acerque a la obra, tanto cinematográfica como literaria, de Gonzalo Suárez notará sin tardanza la abundancia de elementos oníricos y fantásticos en la narración, así como una marcada afición a los temas literarios. Desde el uso de personajes ya icónicos de la tradición literaria (Frankenstein, Don Juan) hasta los diálogos como parlamentos de personajes de teatro, Suárez usa con gusto su formación libresca para llevar a cabo libros y películas de una coherencia y originalidad envidiables. Estas características toman forma de manera ejemplar en la archirromántica Remando al viento, de la que hablé hace tiempo. Igual de fascinante es el irónico acercamiento al misterio de la creación literaria que practica en Epílogo.




Dos escritores, Ditirambo y Rocabruno, eran una pareja literaria perfecta hasta que algo los enemista. Pero el pragmático Ditirambo (José Sacristán) quiere restablecer la antigua sociedad, así que se acerca de nuevo al hostil Rocabruno (Paco Rabal), fuente de todas las historias. En cierta manera, ambos componen la cara y la cruz de la misma moneda: por un lado el lado solipsita y huraño del escritor encerrado consigo mismo; por otro, la necesidad de dar a conocer la obra propia y dejarla salir del cascarón para ver si se tiene en pie por ella misma. Ambos están enamorados de la misma mujer (una fantástica Charo López), la musa, la que sólo uno de los dos puede tener. Ambos escritores habrán de ceder algo para conseguir lo que anhelan.




En El hombre que soñaba demasiado encontramos otra mezcla característica de los elementos favoritos del autor. Por un lado, hay un relato soñado cercano a la literatura gótica y romántica pero siempre con ese toque de humor y ridículo que tanto bien le hace a las narraciones de Suárez. Por otro, Suárez hilvana un relato autobiográfico con diversos momentos de su vida, desde su infancia en Asturias, contada por un diario que escribió su padre, hasta el ajetreado rodaje de Remando al viento cerca del Polo Norte, pasando por su amistad con el inestable Sam Peckinpah. Una mirada muy personal al mundo del cine y la literatura.

martes, 9 de noviembre de 2010

Stereomood

Escarbando por internet he dado con una página muy interesante: Stereomood, una radio en la que eliges uno de los temas, según tu estado de ánimo o tu interés en ese momento, y te regala los oídos con una selección de canciones relacionadas con el tema en cuestión. Música variada y estimulante. Después de estar un rato usándolo, tengo un vicio de miedo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Arroyo testamentario

Conozco muy superficialmente la obra pictórica de Eduardo Arroyo. Siempre me han gustado mucho las portadas que adornan los libros de Juan Goytisolo en Alianza, y cuando estaba en el instituto no era raro que alguno de sus cuadros apareciese en los libros de texto. Tengo una idea vaga de su biografía, con el exilio en Francia y la pintura de fuerte inclinación política. Así que me acerqué bien predispuesto a Minuta de un testamento. Memorias (2009), pero sin duda no me esperaba la honda simpatía que la voz crítica, severa, avídamente atenta a la realidad y a los iconos de nuestra sociedad, del pintor iba a suscitar en mí. Una voz, en fin, hondamente moderna.



El título del libro está tomado de las memorias de don Gumersindo de Azcárate, krausista del s. XIX que antes de morir quiso legar, además de sus bienes materiales, algo de la sabiduría y de las reglas para la dirección de uno mismo que había ido adquiriendo. El mismo propósito anima estas páginas de Arroyo, y comienza hablando de algo que elevó el ánimo y derribó la salud de toda la generación de artistas y escritores de posguerra: el alcohol. Arroyo se confiesa adicto al J&B, gusto en el que no le acompaño (prefiero el Johnnie Walker) y nos cuenta que incluso le han dedicado un cóctel: el Sangre de toro. Y, ya que hace poco estuve hablando de listas, copio estas líneas del libro que nos ocupa:

"Quiero dejar claro aquí mi obsesivo apasionamiento por todo tipo de listas: las amatorias (Stendhal, Byron...) y las demás. Y tampoco quiero ocultar mi interés por pesos volúmenes y medidas. Ben Schott (una de las personas que más admiro en el mundo) ha compuesto un delicioso vademécum compuesto de listas y más listas. En sus páginas todo se reseña, todo se mide y todo se pesa: desde los círculos del infierno de Dante hasta los pecados capitales; y también, precisamente, el cálculo de la talla de los sostenes".

La infancia gris de Arroyo en la posguerra española, sólo mitigada por el cine y algunos otros placeres, le indujo a un pronto exilio en París. Allí tomó contacto con la cultura europea y desarrolló una obra artística radicalmente alejada de lo que se hacía en España por entonces, aunque sus temas fuesen a menudo muy españoles, tanto de actualidad como históricos. Ese desligamiento lleva al extrañamiento con que se recibió la obra del pintor ya en democracia. La furiosa independencia de Arroyo, ajena a modas y a los besamanos de los conductos oficiales, sólo podía causar extrañeza y resentimiento en un país que se estaba acostumbrando a las caricias de la subvención. Como diría Edward Said, el pintor estaba fuera de lugar.


Este libro es un muestrario de las opiniones de Arroyo: la convicción de que ética y estética están ligadas, la falta de sentimiento religioso y el anticlericalismo, la búsqueda de la verdad de la vida en la materialidad de las cosas, la sospecha ante todo gregarismo...  Multitud de temas pasan por sus cuadros, desde las ilustraciones literarias (donde destaca la edición ilustrada del Ulises) a la fascinación por el mal encarnado en los asesinos en serie. Es la de Arroyo una imaginación sujeta a la realidad inmediata y fundamentalmente agonística, esto es, en pugna crítica con el material tratado. En Minuta de un testamento se trasluce un carácter bronco y dado a los raptos de malhumor, aunque también proclive a la amistad. El pintor procura salvaguardar su independencia y es muy elogiable que aprenda de la experiencia en asuntos de política, distanciándole ello de la izquierda caviar parisina que sería por afinidad su fuente potencial de relaciones. Entre los temas sobre los que Arroyo reflexiona (cementerios, boxeo, política, religión, lugares de trabajo) salta a la vista el hallazgo de un artista desconocido y asombroso: Carlos González Ragel, Skeletoff, un artista jerezano que durante la República y el franquismo desarrolló una obra pictórica absolutamente personal, compuesta fundamentalmente de dibujos de esqueletos. Diversas enfermedades y el rechazo de las autoridades oficiales fueron a dar con sus huesos en el manicomio donde pasó los últimos años de su vida.




Un libro, en fin, francamente estupendo. Una mirada periférica al arte español, como corresponde a alguien que ha pintado casi toda su obra fuera de España y de los canales oficiales, y una reflexión sobre el arte y la vida de artista cuando ya parece que el tiempo se está acabando.



Eduardo Arroyo, Minuta de un testamento. Memorias
Taurus Memorias y Biografías
332 págs
Editorial Taurus

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Vuelve la muchachada

Vuelve el chavalerío de Muchachada Nui con un primer episodio de Museo Coconut con el que me he destripado de risa. Aquí queda.

martes, 2 de noviembre de 2010

Discazos: "Daydream Nation", de Sonic Youth

Extraordinario disco de 1988 con el que la banda neoyorquina Sonic Youth consiguió un unánime reconocimiento crítico. Melodías hipnotizantes y furiosas distorsiones en clásicos como Teen Age Riot.






1. Teen Age Riot
2. Silver Rocket
3. Sprawl
4. 'Cross the Breeze
5. Eric's Trip
6. Total Trash
7. Hey Joni
8. Providence
9. Candle
10. Rain King
11. Kissability
12. Trilogy: The Wonder
13. Trilogy: Hyperstation
14. Trilogy: Eliminator Jr.