domingo, 6 de marzo de 2011

Murakami y la basura seria

En uno de los ensayos de Verdad y mentiras en la literatura, Stephen Vizinczey habla, a propósito de las novelas de William Styron, de lo que denomina basura seria, esto es, novelas que acumulan una serie de clichés hábilmente envueltos en una forma literaria apta para un consumo masivo y poco exigente. En otras palabras, un recetario de best-sellers que una vez leídos dejan sibilinamente un poso de trascendencia y profundidad. La última y mastodóntica novela de Haruki Murakami, 1Q84, se adscribe a este grupo de obras.


Desde la primera novela de Murakami que leí, Tokio Blues. Norwegian Wood, me saltó a la vista el engañoso atractivo del mundo literario del escritor japonés: tramas sin muchos conflictos, sexo abundante, elementos sobrenaturales, descripciones pormenorizadas de las rutinas cotidianas... Pero me dejé llevar por la facilidad del libro y después de éste he leído unos cuantos más del autor, siempre con similares características. Hasta que he llegado a esta 1Q84, publicitada a todo trapo como su obra más ambiciosa e importante y rotundo éxito de ventas en Japón. Supongo que en una novela de este tamaño es mucho más complicado recortar los flecos que en otra de tamaño más reducido. Ciertamente son muchas páginas: este volumen de 737 páginas contiene los libros 1 y 2 de la obra, y aún queda de aparecer otro volumen más. 

Los clichés se suceden a buen paso: una asesina a sueldo que sólo acaba con la vida de maltratadores y que además se hace amiga de una policía, un chico y una chica que a partir de un momento significativo de la infancia ya no amarán realmente a nadie más, a pesar de estar 20 años sin verse, el bien y el mal frente a frente, bien delimitados y sin confundir nunca a los protagonistas, personajes eficientes, profesionales competentes con un  nivel de vida medio pero siempre cerca de algún personaje que les eleva al nivel alto, crímenes justificados por las buenas intenciones... El componente fantástico es muy fuerte en 1Q84 y a medido que transcurre la novela se hace patente la simpleza de su concepción. Los diversos elementos de la trama con alguna perspectiva de darle hondura a la novela (el mundo editorial, la sectas, los grupos revolucionarios, armados o no, de los 60 y 70) son abandonados sin profundizar mucho. Según avanza la historia se va haciéndo progresivamente confusa y tediosa. 

Todo esto, evidentemente, le da igual al autor, contentísimo (con razón) del número de ventas del libro. Aunque se empieza a leer con gusto, las últimas páginas de 1Q84 se pasan de corrido y con ganas de soltar de una vez el tocho. Y pensando que muy aburrido habrá que estar para echarle mano al siguiente volumen.

1Q84, de Haruki Murakami
737 págs
Colección Andanzas
Tusquets Editores

6 comentarios:

  1. Álvaro: Cómo te va. Sí Murakami es eso, basura. Encontré algo que te puede gustar: http://www.leecher.to/f19/manns-jahrhundertroman-dvdrip-xvid-108353/

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  2. Hola, Jorge, se te echaba de menos por aquí.

    Había visto que hay una serie de los Mann y la tengo en mi interminable lista de pendientes... Muchas gracias por el recordatorio. Tengo pendiente el comentario de un par de novelas sobre Dostoievski que sé que te van a gustar.

    Un abrazo.

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  3. Espero lo de Dostoievski, que, al terminar todo lo de los Mann, leeré algunas obras rusas, con la ayuda del Curso de Literatura Rusa de Nabokov.

    Saludos

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  4. La semana que viene releeré un par de novelas: "Un maestro de Petersburgo", de Coetzee, y "Verano en Baden-Baden", de Tsypkin, ambas sobre Dostoievski. Además tengo pendiente "Problemas de la poética de Dostoievski", de Bajtin. Así espero adentrarme de nuevo en la esfera del gran Fiodor, que le tengo un poco olvidado.

    Estoy en proceso de leer las memorias de Lanzmann, espléndidas.

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  5. Es usted un ignorante. Un cordial saludo. J.

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  6. Gracias, valiente.

    Otro saludo para usted.

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