viernes, 21 de diciembre de 2012

El Hobbit o el viaje que nunca termina



Recordarán ustedes que en el primer capítulo de La Comunidad del Anillo Bilbo está preparando su partida de La Comarca y le comenta a Gandalf su hastío, su impresión de estar viviendo demasiado:

En verdad me siento adelgazado, estirado, ¿entiendes lo que quiero decir?, como un pedacito de manteca extendido sobre demasiado pan. Eso no puede ser. Necesito un cambio, o algo.

El débil hilo de conductor de El Hobbit, a saber, el viaje iniciático de Bilbo Bolsón, de Bolsón Cerrado, para salir de su plácida vida burguesa en busca de aventuras, se ve tediosamente estirado a lo largo de la primera parte de la descomunal adaptación que ha llevado a cabo Peter Jackson. El breve y ameno librito para niños (un regalo cojonudo para un niño es esta edición anotada), que habría dado para una buena película, se hipertrofia en una trilogía en manos del neozelandés. Y es que El Hobbit es una película con pasado: Jackson ha seguido el camino opuesto al de Tolkien y ha filmado la chef d'oeuvre, El Señor de los Anillos, antes que la ágil aventura de Bilbo por lo que se ha encontrado con un inmenso precedente contra el que batirse: su propia película. Sólo como voluntad de llegar más lejos, del más difícil todavía, puede entenderse la megalomanía del director.

Técnicamente la película es brillante: el aspecto visual y la música están cuidados al detalle. Sin embargo, el estiramiento de la historia hace que los defectos habituales sean más evidentes: la ridícula solemnidad de algunos momentos, como la aparición innecesaria de Galadriel (con lo que se echan en falta mujeres en el mundo de Tolkien y para una que sale en El Hobbit, sobra por completo) o las sentencias Paulo-Coelho-style de Gandalf (quien, por cierto, menuda pinta de viejo borracho tiene en esta película); las peleas alargadas hasta el aburrimiento, con el clímax en el que el malo parece a punto de vencer y se regodea atizando al bueno quien, al final, se levanta como si tal cosa; las arquitecturas absurdas; las persecuciones de chichinabo (¿a qué velocidad corre un enano?); lo poco enanos que son los enanos; la saturación de especies y criaturas (hace mucho que leí El Hobbit, ¿los gigantes de piedra salían por alguna parte? ¿Sirve esa escena para algo más que para remedar el paso de Karadhras?); toda la escena del jefe trasgo con un testículo como papada, sacado de cualquier película de animación y doblado por algún habitual de ello; un Martin Freeman con cara de apalominado durante toda la película, intercambiable con el papel de Watson en el que al menos es una comparsa de Benedict Cumberbatch, quien por cierto creo que va a hacer la voz de Smaug; etc.

Según avanza el metraje uno va notando el cansancio por acumulación de escenas, de personajes, de situaciones. No hay una proporción adecuada entre el carácter infantil de la historia y su desorbitado tamaño. Tengo curiosidad por saber qué ha dejado Jackson para la versión extendida.

Mención especial para los cines Cinesa de Santander. La sesión de las 20:30 empezó a las 20:50, entre anuncios de la ONCE, de Coca-Cola y un par de tráilers. Se supone que era una sesión con parada a mitad de la película (esa parada que odié durante El Señor de los Anillos y que en El Hobbit habría venido de maravilla); no fue así. Entre eso y el frío que hacía en El Corte Inglés mientras hacíamos tiempo hasta que empezase la película, fue una jornada redonda.

2 comentarios:

  1. Ya me imaginaba lo que comentas por el metraje de la cinta. Al final, estirar sin fuste una obra tan breve y entretenida como El Hobbit sólo sirve para dar de comer de manera ridícula a tantos fans (entre los que me encuentro) ávidos de nuevas aventuras. Pero estos fans saben distinguir una excelente trilogía como The Lord de algo que es, sencillamente, un aburrimiento. Creo que la veré en casita. Buena crítica. Un saludo!

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    1. Gracias, me alegra que te haya gustado. Da la impresión de que Jackson no ha descartado nada, que ha cebado la película hasta alcanzar un metraje desproporcionado. A ver qué pasa con las siguientes.

      Un saludo y gracias por comentar!

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