Querido S.:
Así como el hombre evolucionó del mono a los distintos estadios del ser humano, de la misma manera el agua abrazó a la viña y a los cereales y surgieron el vino y la cerveza. La maravillosa sensación de ebriedad, la cabeza algo adormecida y a la vez nerviosamente ligera, la inevitable sed y el malestar del día siguiente que sólo se alivian con otro trago, son experiencias que los hombres repiten con placer desde hace milenios. El color dorado, un tanto moreno, de la Paulaner, su sabor incomparable, el cosquilleo helado que deja en la garganta nos obligan a seguir disfrutando de ese néctar que algún monje desgraciado, borracho y follacabras descubrió en una tarde de ocio allá en Baviera.
Este elogio de la mamancia viene a cuento de esta gran canción de T Graham Brown, Wine Into Water, "la canción del borracho". Un alcohólico vuelve a Dios y a la Iglesia, supongo que no por primera vez, para rogarle ayuda y abandonar su vicio, para "volver de nuevo el vino en agua". De momento yo estoy por lo contrario, aunque espero no llegar a ese extremo. He descubierto esta canción en el imprescindible programa Regreso al Camino del Sur, concretamente en éste.
Así como el hombre evolucionó del mono a los distintos estadios del ser humano, de la misma manera el agua abrazó a la viña y a los cereales y surgieron el vino y la cerveza. La maravillosa sensación de ebriedad, la cabeza algo adormecida y a la vez nerviosamente ligera, la inevitable sed y el malestar del día siguiente que sólo se alivian con otro trago, son experiencias que los hombres repiten con placer desde hace milenios. El color dorado, un tanto moreno, de la Paulaner, su sabor incomparable, el cosquilleo helado que deja en la garganta nos obligan a seguir disfrutando de ese néctar que algún monje desgraciado, borracho y follacabras descubrió en una tarde de ocio allá en Baviera.
Este elogio de la mamancia viene a cuento de esta gran canción de T Graham Brown, Wine Into Water, "la canción del borracho". Un alcohólico vuelve a Dios y a la Iglesia, supongo que no por primera vez, para rogarle ayuda y abandonar su vicio, para "volver de nuevo el vino en agua". De momento yo estoy por lo contrario, aunque espero no llegar a ese extremo. He descubierto esta canción en el imprescindible programa Regreso al Camino del Sur, concretamente en éste.
You've hear a multitude of prayers on my behalf
I pray that one more is not too much to ask
I've tried to fight this battle by myself
But it's a war that I can't win without your help
To-night I'm as low as any man can go
I'm down and I can't fall much farther
And once upon a time you turned the water into wine
Now on my knees I'm turning to you father
Could you help me turn the wine back into water
So many times I've hurt the ones I love
I pushed them to the edge of giving up
They've stood by me but how much can they stand
If I don't put this bottle in you hands
To-night I'm as low as any man can go
I'm down and I can't fall much farther
And once upon a time you turned the water into wine
Now on my knees I'm turning to you father
Could you help me turn the wine back into water
I shook my fist at heaven for all the hell that I've been through
Now I'm beggin' for forgiveness and a miracle from you, cause
To-night I'm as low as any man can go
I'm down and I can't fall much farther
And once upon a time you turned the water into wine
Now on my knees I'm turning to you father
Could you help me turn the wine back into water
Could you help me turn the wine back into water
De postre he aquí un recopilatorio de la autora de la cabecera del programa, Allison Moorer. El enlace está tomado de esta página.
* * * *
Parece ser que Factual, tal como lo hemos conocido, se va a pique. Fue bonito mientras duró. Es triste ver lo rápido que mueren las ideas nuevas e innovadoras.
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