Con música de jazz y la sonata para piano nº 13 de Beethoven se inicia este revelador documental de Andrés Duque sobre la enigmática figura de un auténtico cineasta de culto: Iván Zulueta. En alpargatas y bata azul, Zulueta charla con desinhibición de su vida, de un pasado convulso y de un futuro incierto. Me viene a la cabeza el amargo poema de Jaime Gil de Biedma:
DE VITA BEATA
En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
El director pasea por la casa de sus padres, cubierta por la yedra en la costa donostiarra, y habla del conjunto de azares que le llevaron a filmar su único largometraje (muy bien comentado en este foro), el mítico Arrebato (1980), que le debe tanto a la cinifilia del autor como a su adicción a la heroína. Los fetiches de Zulueta, los cromos y las viejas películas, salen a la luz en su faceta de cartelista. El rapto de inspiración que le permitió rodar Arrebato no se volvió a dar, y el documental muestra a un artista con ideas y talento, pero sin la voluntad férrea de darles forma. Abajo cuelgo este estupendo IvánZ, aunque se puede ver también en el blog Documaniático, lleno de documentales igual de interesantes.
GRACIAS POR EL ENLACE.
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