viernes, 30 de abril de 2010

Historias para no dormir

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El amante de Janis Joplin, de Élmer Mendoza


David es un chico de Culiacán (Sinaloa) no muy espabilado (los demás suelen llamarlo "tontolón") pero que tiene la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno - a veces. Por bailar en una fiesta con la novia de un narco, se ve envuelto en una pelea con éste y lo mata de una pedrada. El chico tiene que huir del pueblo y, gracias a su brazo de pitcher, el equipo local lo contrata para jugar contra los equipos norteamericanos. En Los Ángeles se topa por casualidad con Janis Joplin, quien le sube a un cuarto y se lo beneficia sin más explicaciones. Luego se separan. David fantasea desde entonces con volver a encontrarla y casarse con ella. Cuando vuelve a México le pasa de todo: se ve investigado por la policía por culpa de su primo el Chato, que se ha unido a la guerrila; se mete a pescador y resiste el intento de seducción de la hija del jefe; su amigo el Cholo le contrata para pasar en lancha cargamentos de marihuana hasta Estados Unidos... Y, además, desde que mató al narco no deja de oír una voz en su cabeza que le insta a cometer toda clase de disparates. Novela violenta, emocionante y muy divertida del escritor mexicano Élmer Mendoza, quien retrata con veracidad y un lenguaje apegado al habla viva el ambiente de los años 60 en México: machismo, peleas, expansión del narcotráfico, brutalidad de las fuerzas del gobierno...

Satán en Hollywood, de Jesús Palacios



El autor define su libro con una historia de los chismorreos que abundan con razón en la Mecca del cine. La impresionante superstición, de actores, directores y detodo aquel que se deja caer por las soleadas colinas californianas. Todos ellos prestos a encomendarse a adivinas, brujas, chamanes, maestros espirituales y toda suerte de charlatanes que, muy sabiamente, se acercan a Hollywood buscando pardillos a quien sacarles la guita. Desde actrices que se creen su papel de vampiras hasta galanes indios, aficionados a las orgías y el desparrame, que venden supuestas gemas preciosas (sin ningún valor) cargadas de fuerzas sobrenaturales. Pago en efectivo. Muy interesante es el capítulo dedicado a L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología, quien fue en sus comienzos escritor de relatos pulp, antes de dedicarse a una de los timos más rentables del planeta.

Páginas en blanco, de Nicanor Parra



Antología de los versos del gran pota chileno. Fundador de la antipoesía, una manera de escribir irónica y apegada al habla coloquial. Son de destacar los llamados artefactos, poemas visuales que pueden considerarse auténticos gags dignos de Gallego & Rey o de Quino (o viceversa, ya que la obra de Parra es anterior en el tiempo, al menos a la de los dos primeros). Ahí te va uno de ejemplo.

martes, 27 de abril de 2010

Libertad vigilada

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Querido S.:

La paloma kantiana se quejaba del aire que ofrecía resistencia a su vuelo, ignorando que sin dicho aire no podría volar ni vivir- valga la redundancia. Las costumbres, las formas dadas, las convenciones encierran una servidumbre que resulta opresiva e intolerable para cualquier persona inquieta y abierta a la cegadora multiplicidad de estímulos que surgen allí donde se pose la vista. La larga senda de la experiencia la recorremos ligeros de equipaje, generalmente por incapacidad para entender la sabiduría acumulada en otras fuentes, ya sean libros, consejos u otra cosa. Así, probamos de todo lo que nos sale al camino - en algunos casos, pues el miedo y la vergüenza a menudo nos tascan el freno. Habría que escuchar a Juan Ruiz, Arcipreste de Hita:

probar hombre las cosas no es portarse peor:
saber el bien y el mal, y escoger lo mejor.

Hay algunos músicos de jazz que rompen con todo lo anterior, se adentran en tradiciones extrañas e infinitamente seductoras, cruzan perros con liebres, destilan mezclas impensables que repugnan y fascinan a la vez. Semejan alquimistas buscando la piedra filosofal, y por el camino van dejando piedras extrañas y profundamente hermosas. Hoy te traigo a tres músicos soberbios, el pianista Keith Jarrett, el saxofonista Jan Garbarek, y un par de conjuntos reunidos por el buen hacer y la infatigable curiosidad del saxofonista John Zorn. Los tres destacan por realizar obras muy originales, mezclando free jazz con las más variadas tradiciones étnicas y estilos musicales, de la polifonía renacentista al klezmer. La sabia combinación de experiencia y atrevimiento.

Solo Concerts: Bremen & Lausanne (1973), de Keith Jarrett


El genio de la improvisación nos ofrece una muestra de su gran época al teclado solo. Recordemos que en los 70 publicó también The Köln Concert (1975) y los monumentales Sun Bear Concerts (1976), una caja de seis cds con impresionantes improvisaciones en distintas ciudades japonesas. Estos dos conciertos en Bremen y Lausana gozan de todas las virtudes de Jarrett: virtuosismo, emoción y una endemoniada habilidad para improvisar temas. Aquí tienes el enlace para descargarlo, tomado de aquí.

Visible World (1995), de Jan Garbarek


El saxofonista noruego compone íntegramente este sensual y melódico disco, imbuido del folclore del país natal del autor. En este blog puedes descargarlo.

The Circle Maker (1997), de John Zorn


Disco doble en el que Zorn vuelve a sorprender con sus atrevidas mezclas de música judía, ritmos latinos, jazz experimental... El primer disco,
Issachar, está interpretado por el Masada String Trio, un conjunto de violín, violonchelo y contrabajo. El segundo, Zevulun (el título de ambos discos corresponde a sendos hijos de Jacob, Isacar y Zabulón), añade al trío anterior un guitarra, un batería y un percusionista, formando el Bar Kokhba Sextet. Abajo te pongo un vídeo para que veas de lo que son capaces estos tipejos, y en esta página tienes los enlaces para descargarte el disco.


sábado, 24 de abril de 2010

Educación europea

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"- ¿Por qué los alemanes nos hacen esto?

- Por desesperación. ¿Has oído lo que ha dicho Pech hace un rato? Que los hombres se cuentan bonitas historias y luego se dejan matar por ellas; se imaginan que así el mito se hará realidad. Él también está a punto de caer en la desesperación. No sólo los alemanes. La desesperación ronda por todas partes, desde siempre, alrededor de la humanidad... En cuanto se acerca demasiado, en cuanto penetra en uno, el hombre se vuelve alemán; aunque sea un patriota polaco. La cuestión es saber si el hombre es alemán o no... o si lo es sólo a veces. Es lo que intento explicar en mi libro. ¿No me preguntas cómo se titula?

- Dímelo.

- Se llama Educación europea. El título me lo sugirió Tadek Chmura. Evidentemente, él le da un sentido irónico. Educación europea, para él, son las bombas, las matanzas, los rehenes fusilados, los hombres forzados a vivir en guaridas, como animales... Pero yo acepto el desafío. Por más que me digan que la libertad, la dignidad, el honor de ser un hombre, todo eso, en fin, sólo es un camelo, un cuento de hadas por el que nos matamos unos a otros, la verdad es que hay momentos en la historia, momentos como los que estamos viviendo, en los que todo lo que impide al hombre desesperar, todo lo que le permite creer y seguir viviendo, necesita un escondite, un refugio. Ese refugio a veces sólo es una canción, un poema, una música, un libro. Yo quisiera que mi libro fuera uno de esos refugios, y que al abrirlo, después de la guerra, cuando todo haya acabado, los hombres encuentren su bien intacto, que sepan que aunque nos obligaron a vivir como animales, no pudieron obligarnos a desesperar. La desesperación no es más que una falta de talento".

Romain Gary, El bosque del odio


miércoles, 21 de abril de 2010

"O" se escribe sin h

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Querido S.:

En 1975
Guillermo Cabrera Infante publicó O (que, como recuerda el autor, algunos se empeñan en llamar "Cero"), una recopilación de ensayos sobre temas diversos, desde los personajes que pateaban el Swinging London hasta la poesía de las canciones populares. Aunque los temas son variados, el inconfundible estilo del autor y la recurrencia de unos temas son el hilo que los engarza. En todos los textos se hace patente la voluntad lúdica del autor, y es que la literatura es juego y placer o no es.



El primer ensayo, Eppur si muove?, describe a varios de las personalidades constituyentes de lo que a finales de los 60 se llamó Swinging London, un abigarrado cóctel de hippies, músicos, artistas, diseñadores de moda y otra calaña similar que situó a Londres en el centro de la cultura mundial. Desde los Beatles y los Rolling Stones hasta la modelo Twiggy, todos ellos dieron una nueva cara a la capital del Imperio Británico.

En los dos siguientes ensayos, Una inocente pornógrafa y Otro inocente pornógrafo, GCI da cuenta de la "libido textual" (que diría Juan Goytisolo) de algunos libros. En el primer caso de trata de la inmensamente popular autora de novelas rosa Corín Tellado, quien coloca a sus personajes, arrastrados por románticos sentimientos y pasiones oceánicas, en ciertos esquemas sexuales recurrentes, aunque con algunas filias "extrañas", desde el fetichismo hasta el sado o el transformismo. En el segundo ensayo constata el efecto lúbrico de ciertos textos biológicos (diccionarios de sexo supuestamente pacatos) en un adolescente. La crónica Ojo que toca nos refiere la participación de GCI en el concurso de Miss Mundo (como jurado y reportero, ojo). En cuanto a Obsceno, es el relato de la detención del autor por parte de la policía de Batista por la publicación de un cuento con palabras malsonantes en inglés.

Centenario en el espejo constituye el homenaje a un espíritu burlón muy similar al de GCI, Lewis Carroll. Una celebración de la lógica llevada a sus últimas consecuencias - es decir, al absurdo. Offenbach es una biografía de Offenbach - el gato del autor, no el músico. Formas de poesía popular analiza los retruécanos habituales en las tonadas populares, derroches de ingenio que pronto pasan a formar parte del acervo común. No me resisto a transcribir este ejemplo de una estrofa llamada limerick:

Un autor argentino provecto
tenía un record bastante funesto,
aaaaaporque algunas Alicias
aaaaale hacían mil caricias,
¡y rara vez conseguían más que e
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaat
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaao
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

A continuación viene Onomástica, donde GCI responde a la pregunta de Shakespeare ("¿Qué hay en un nombre"?) con una lista de nombres propios a cada cual más descacharrante (increíble el terrorista llamado Tara Tromitro Telebauta). En Opiniones fragmentarias el autor opina con contundencia acerca de la traducción, del maltrato del idioma nativo por los españoles o de la tv. En Desde el Swinging London, el autor vuelve al comienzo del libro y nos refiere varios sucesos culturales, como la publicación de Rayuela en inglés o la crítica del ensayo de Susan Sontag, Notas sobre el camp. Al final del libro se incluye la célebre Cronología a la manera de Laurence Sterne, donde GCI nos relata los principales hechos de su vida.


Una gozada de librito en cada una de sus 201 páginas. GCI repasa la cultura popular que tanto le gusta, especialmente la música, explora los juegos de ingenio idiomáticos (a los que se presta más el inglés que el castellano), lanza dardos contra las dictaduras (especialmente contra la dictadura bananera que le obligó a exiliarse), recorre el Londres que tanto amaba explora la relación carnal entre sexo y escritura. Una lectura más que recomendable que he alternado con el comienzo de Cuerpos divinos, su novela/autobiografía póstuma de la que te hablaré cuando la termine. Con esto y el bolero favorito de GCI (y el mío), Perfidia, te dejo.



Un abrazo,

Á.

lunes, 19 de abril de 2010

Mucho Chopin

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Este año se cumple el bicentenario del nacimiento de Frédéric Chopin (1810-1849). Su impresionante trayectoria musical se centró casi exclusivamente en el piano, aunando técnica y una sensibilidad exquisita para crear una obra única e imperecedera. He realizado una pequeña selección de las interpretaciones que más me gustan para que disfrutes de la música de este pequeño gran polaco.

Nocturnes, por Maurizio Pollini


Con los Nocturnos, Chopin contaba pequeñas historias líricas. Algunas de las piezas más conocidas y hermosas del compositor se encuentran aquí. La interpretación de Pollini es impecable, como suele. En el sitio Blogger Musical (basic library) puedes descargarlo.

Piano Concertos 1 & 2, por Krystian Zimerman


El exigente pianista polaco Krystian Zimerman interpreta y dirige con mano maestra estas obras tempranas de Chopin. En el magnífico blog y reconvertido al budismo Welcome to my Spirit World (antes Classics 4 Everyone) tienes el enlace.

Études y Sonatas 2 & 3, por Nelson Freire


El pianista brasileño Nelson Freire interpreta soberbiamente los complejos Estudios chopinianos, en los que el compositor exploró las posibilidades técnicas de su amado instrumento. En el más que recomendable Blog Chopiniano puedes descargar los dos discos. En el mismo blog tienes también la excelente versión del estadounidense Murray Perahia.

Mazurkas y Valses, por Artur Rubinstein


La música bailable con fuertes influencias de la música tradicional polaca y de las marchas militares supone una parte importante de la obra de Chopin. La interpretación de Rubinstein fue revolucionaria en su momento y aún se considera una referencia. Tiene además una estupenda integral de toda la obra chopiniana. En el gran blog P. Q. P. Bach puedes descargar ambas obras, aquí las mazurkas y aquí los valses.

Obra varia, por Martha Argerich


La impresionante pianista argentina tiene varios discos consagrados a Chopin, pero hoy me quedo con esta pequeña antología. En el blog Music is the Key está a tu disposición.

jueves, 15 de abril de 2010

¿Qué, entrenándote para la plancha?

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Gran anuncio de los ingenieros de Nestea. La tontalculo de la Bibiana Aído estará perpetrando un boicot contra la compañía. Si supiese a algo, yo empezaría a tomarlo.


miércoles, 14 de abril de 2010

Moralidades de la seducción: Eric Rohmer

Querido S.:


La reciente muerte de Eric Rohmer me ha llevado a zambullirme en su filmografía. De momento he visto, casi del tirón, un par de sus películas: La coleccionista y La rodilla de Claire. Películas hermosas, lúcidas, gemelas en el sentido de compartir unas preocupaciones, unos paisajes, una mirada: un estilo, en definitiva. Una manera morosa y reflexiva de hacer cine que a algunos parece soporífera.



Ambas historias se ambientan en paisajes mediterráneos, yo diría que provenzales. Es verano y varios personajes coinciden en una misma región. Ocio, languidez, paseos, sol y playa.En La coleccionista, dos amigos pasan las vacaciones en la casa que les ha prestado un amigo. Uno de ellos, Adrien, se marca una rutina con la que disfrutar de placeres que no aprecia normalmente por su dedicación exclusiva al trabajo (aunque dicha rutina recuerda a la disciplina de un horario laboral): levantarse temprano, salir a pasear, nadar en una cala, leer. Al poco tiempo llega una tercera invitada a la casa, Haydée, quien dedica los días a dormir y las noches a salir, regresando a la casa con un amante distinto cada vez. La nueva visitante altera las costumbres de los dos amigos. En La rodilla de Claire, dos viejos amigos, Jerome y Aurora, pintor él, escritora ella, coinciden en el pueblo donde ambos veraneaban hace años. Al advertir el interés de una joven vecina de 14 años, Laura, en Jerome, Aurora le propone un argumento con el que poder redactar un cuento: Jerome debe seducir a la jovencita. Sin embargo, la llegada de la hermosa hermana de Laura, Claire, trastoca todas las previsiones del artista.



En ambas películas se reflexiona acerca de la seducción y del deseo. Y "reflexionar" no es una palabra gratuita, pues los personajes charlan continuamente acerca de sus sentimientos, los analizan y teorizan sobre ellos con una morosidad que recuerda a En busca del tiempo perdido. El deseo coge a los protagonistas por sorpresa, los envuelve y somete sin tregua. Tanto Adrien como Jerome intentan maquillar su pasión con palabras, descalificando al objeto de deseo por no reconocer el ascendente que tiene sobre ellos o por sobrellevar la no correspondencia de su anhelo. Las bajas pasiones surgen y se imponen sobre nosotros, y la razón tiene poco que decir como no sea para proveernos de una coartada digna en forma de juicio moral. Adrien enseguida clasifica a Haydée con desprecio como una "coleccionista", una chica que sólo busca la acumulación de amantes. Sin embargo, esa pretendida superioridad suya sobre la chica tan sólo esconde el ansia de meterse en sus sábanas. Jerome, por su parte, declara que el llanto de una mujer le desarma pero no tiene reparo en hacer llorar a Claire con una historia semiimaginaria acerca de su novio. La moralidad en ambos casos no es otra cosa que el maquillaje de las bajezas.



Otro rasgo destacable en ambas películas es el gusto obsesivo de Rohmer por la belleza y la sensualidad. Climas amables, paisajes apenas estropeados por la mano del hombre, cuerpos maravillosos de mujer, la cámara de Rohmer, espléndidamente acompañada por la fotografía de Néstor Almendros, se detiene con delectación en las piernas de las mujeres, en las pieles brillantes, en las sonrisas tan expresivas. Es un placer para la vista el visionado de las dos cintas.

Así que si te da por ver algo de cine clásico no dudes en elegirlas. Con esto y un par de vídeos de dichas películas, te dejo.






Un abrazo,

Á.

viernes, 9 de abril de 2010

El comienzo según Oesterheld

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Génesis


Y el hombre creó a Dios, a su imagen y semejanza.
Y hubo amor, y placer, y virtud en el mundo. Y los días fueron largos, demasiado largos.
Entonces el hombre creó al Demonio, a su imagen y semejanza.
Y hubo así amor y odio en el mundo, placer y dolor, virtud y pecado.
Y los días fueron cortos, muy cortos.
Y fue bueno vivir.

H. G. Oesterheld (1919-1977)

jueves, 8 de abril de 2010

Tráfico en el puerto: "The Wire" (II)

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Querido S.:

Si en la primera temporada de The Wire podíamos observar el contrabando de drogas y las luchas de poder en los barrios del interior de Baltimore, en la segunda nos desplazamos a una zona periférica no menos conflictiva: el puerto. Los autores de la primera escucha ven recompensada su labor con degradaciones, traslados a destinos indeseables y trabajo de oficina. Otro acierto de la serie: el trabajo policial sólo da resultado molestando a superiores, jueces y políticos. En consecuencia, los investigadores siempre tienen a gente muy poderosa deseando hundirles en la miseria.


McNulty ha sido trsladado al destino que más odia: la patrulla marítima. El teniente Daniels y Kima hacen trabajo de oficina. Sólo el detective Freamon ha salido del "cajón" y ha vuelto a Homicidios. Varios sucesos confluyen para que todos vuelvan a reunirse en una investigación: por un lado, McNulty encuentra flotando en las aguas de la bahía el cuerpo de una mujer. Por otro, en uno de los contenedores de carga del puerto se descubre por casualidad a varias mujeres muertas, inmigrantes ilegales. Y, además, el casi oligofrénico comandante Valchek, suegro de Pryzbylewsky, manda investigar (por un pique en la iglesia a la que acuden los católicos polacos) al jefe sindical del puerto, Frank Sobotka.


Todo ello lentamente va sacando a la luz las turbias connivencias del sindicato del puerto, al borde de la desaparición, con la mafia griega para introducir todo tipo de mercancías ilegales en el país. De esa manera, Sobotka obtiene el dinero necesario para sobornar a los políticos locales y así revitalizar el agonizante negocio de los muelles. Los trabajadores de reúnen en una bar, los más viejos para rememorar tiempos pasados, los más jóvenes para pensar en otros trabajos, no importa si ilegales, con los que contar con más dinero a fin de mes. Alcoholizados todos ellos. La torpeza y la codicia hacen que el sindicato se desmorone sin remedio.




Paralelamente a esta trama, los traficantes negros de la anterior temporada siguen con sus negocios, aunque sin levantar cabeza. Stringer intenta revitalizar el negocio con la ayuda de bandas rivales, en contra del criterio de Avon. Además contrata a un peligroso asesino que promete dar juego en la siguiente temporada: el hermano Mouzone. Y Omar, el Salvaje, sigue haciendo de las suyas. Es de destacar el imbécil y odioso hijo de Frank Sobotka, Ziggy.

Las virtudes de la temporada anterior se prolongan en ésta. Ya estoy salivando por empezar la tercera. Y no quiero despedirme sin instarte a leer las declaraciones de uno de los guionistas, Richard Price, acerca de Michael Jackson. Aquí tienes el enlace, aunque te lo copio íntegro:

"Price y Michael Jackson. A Richard Price lo conocemos como uno de los guionistas de The Wire, pero también es novelista y tiene una interesante trayectoria cinematográfica. The Wanderers, su primera novela —la redactó a los veinticuatro años—, fue adaptada por Philip Kaufman para la pantalla grande. Spike Lee hizo lo propio con Clockers, y Martin Scorsese le encargó el guión de The Color of Money.

Pero, entre todos sus trabajos, hay uno que resulta bastante extraño: lo hizo junto a Scorsese en los ochenta, y el protagonista es Michael Jackson. Se trata de Bad, aquel legendario video musical de dieciocho minutos, en el que Michael interpreta a Daryl, un muchacho que regresa a su ciudad natal, graduado, y se reencuentra con sus viejos y marginales amigos, que que no han cambiado como él.

Considerados por muchas el mejor videoclip de la historia, se puede ver completo aquí. Pero para Price trabajar en este video fue sólo eso: un trabajo. Y tampoco recuerda con mucho cariño al protagonista de la historia. Cuando le preguntaron dónde estaba el día que Jackson murió, él dijo: "Estaba en Harlem, todos lloraban y yo pensé: Vamos, si era un maldito pederasta. Un viejo verde que quería ser una mujer blanca. ¡Por Dios Santo!"."

Un abrazo,

Á.